La cantidad de iluminación necesaria para un espacio depende de varios parámetros: el tipo de habitación, la atmósfera que se desea crear pero también su superficie. Lúmenes, vatios o incluso kelvins, muchas veces nos perdemos entre todas estas unidades de medida. ¡Descubre los elementos clave para entenderlo todo finalmente, estima la cantidad de iluminación necesaria para la habitación que deseas amueblar y conviértete en un verdadero especialista en iluminación!
ALGÚN CONCEPTO DE ILUMINACIÓN
Para iluminar una zona de tu hogar de forma eficaz y al mismo tiempo crear un espacio agradable en el que vivir a diario, debes aprender a dominar algunos conceptos de iluminación. Una iluminación acertada resalta las zonas que queremos realzar y resaltar, o los espacios de vida en los que nos agrupamos y hacia los que queremos dirigirnos de forma natural al entrar en la estancia: la mesa del comedor, la mesa de centro del salón, el sofá, la isla de la cocina, etc.
También entra en cuenta otro dato, más subjetivo éste: el estilo de disposición de la estancia. De hecho, con una iluminación idéntica el resultado será muy diferente entre un salón refinado con suelo claro y amueblado con madera blanca, y otro salón más animado con muebles imponentes y suelo oscuro. Asimismo, la potencia lumínica se adapta a las actividades: trabajos como los deberes o la preparación de comidas requieren una iluminación brillante, mientras que leer o mirar televisión requiere una iluminación más bien difusa y tenue. Por tanto, este elemento hay que tenerlo en cuenta en función de las áreas que queramos desarrollar.
Por último, somos muy sensibles al color de la iluminación que nos rodea y nuestro estado de ánimo está influenciado en gran medida por el color de la luz. La iluminación fría y directa sugiere energía: es ideal para las horas de trabajo. La luz cálida es ideal para momentos de relajación: evoca confort y calma.
DATOS TÉCNICOS
Para dominar adecuadamente su iluminación, otro paso esencial es comprender y dominar los datos técnicos.
Los elementos esenciales a tener en cuenta:
Vatios (W)
Esta unidad mide la potencia eléctrica producida por la fuente de luz, es decir, su consumo eléctrico. En el caso de las bombillas de bajo consumo, como las LED y las bombillas fluorescentes compactas, esta unidad de medida ya no indica la eficiencia luminosa de una bombilla, sino su consumo eléctrico: cuanto mayor es el número de vatios, más electricidad consume la bombilla.
Lúmenes (lm)
Esta unidad mide la cantidad de luz emitida por una bombilla: este es el flujo luminoso. Este es el criterio decisivo para determinar la luminosidad que produce una bombilla, ya que para el mismo consumo expresado en vatios, no todas las bombillas producen la misma cantidad de luz. Para comprenderlo completamente, imagine el flujo de agua que sale del cabezal de la ducha: cuanto más lejos esté su mano del cabezal de la ducha, menos agua recibirá o incluso nada. Del mismo modo, cuanto más alejes el libro de la lámpara de noche o del lector electrónico, menos luz tendrás para leer. Así, cuanto mayor sea el número de lúmenes, más producirá la bombilla un flujo luminoso significativo e iluminará de manera eficiente.
A continuación se ofrecen algunas pautas sobre la cantidad recomendada de lúmenes por espacio habitable:
La iluminación principal de un salón, un comedor o un pasillo requiere aproximadamente 100 lm/m².
La iluminación principal de una cocina o un baño requiere 300 lm/m².
Grados Kelvin (K)
Esta unidad mide la temperatura de color de la luz. Paradójicamente, cuanto más altos son los datos, más fría es la luz, es decir, más "azulada". Y cuanto más bajos sean los datos, más cálida será la luz, es decir, "naranja". Algunos puntos de referencia:
Luz muy cálida: aspecto naranja/llama de vela, alrededor de 1500 K,
Luz cálida: de aspecto amarillo anaranjado, alrededor de 2700 K,
Luz suave: apariencia blanca neutra, alrededor de 4000 K,
Luz fría: de apariencia azulada, más cercana a la luz del día, alrededor de 6500 K.
Hoy en día encontramos en el mercado principalmente fuentes de luz entre 2700 y 3000 kelvin: esta es la temperatura de color que producen las bombillas incandescentes, es la más neutra y anclada en nuestros usos, ni demasiado caliente ni demasiado fría.
Lux (Lx)
Hay otro dato que hay que tener en cuenta porque sirve de base para calcular la cantidad de iluminación necesaria en una estancia: estos son los Lux (Lx). Esta unidad mide la eficiencia de la iluminación, es decir, el flujo de luz que recibe un objeto o superficie: se trata de la iluminancia luminosa. Lo calculamos a partir de los lúmenes emitidos por nuestras fuentes de luz y los metros cuadrados de la superficie a iluminar. En pocas palabras, un lux equivale, cuando la reflexión del soporte a iluminar es buena, a 1 lumen por m².
NUESTROS CONSEJOS
Por tanto, la disposición y las características de las fuentes de luz que equipan su interior deben considerarse en función de 4 criterios:
- El tipo de habitación a iluminar,
- La atmósfera deseada,
- La temperatura de color de la luz adecuada,
- La distribución de la iluminación para aprovechar cada espacio.
A continuación se ofrecen algunas pautas que le guiarán en sus elecciones:
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Habitación y ambiente solicitados |
Intensidad de luz |
Color recomendado |
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Sala, comedor, dormitorio de adultos. Ambiente tranquilo e íntimo. |
25-50 lux |
blanco caliente |
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Sala, comedor, cocina, dormitorio de adultos, oficina. Ambiente agradable, momentos de relajación. |
100-150 lux |
blanco caliente |
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Oficina, biblioteca, habitación infantil, sala de juegos. Ambiente de trabajo y juego. |
200-250 lux |
Blanco neutro |
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Ambiente técnico: áreas de alta actividad (oficina, taller) y circulación (pasillos, entrada) |
350-500 lux |
blanco frio |
DETERMINA LA CANTIDAD DE ILUMINACIÓN NECESARIA EN TU HABITACIÓN
Simplifica tu vida con este método de cálculo rápido y sencillo: ¡lúmenes/m² = lux!
Pongamos el ejemplo de montar un dormitorio de 15 m² que estaría equipado con bombillas de bajo consumo de 9W que producen 350 lúmenes.
Para una lámpara equipada con esta bombilla y basándose en la regla de cálculo citada anteriormente, se hace el siguiente cálculo: 350 lm/15 m² = 23 lux de iluminación.
La cantidad de Lux producida por una fuente de luz debe multiplicarse por el número de puntos de luz del mismo tipo instalados en la habitación. Así, con dos lámparas de noche equipadas con esta bombilla de 350 lm, generas una iluminancia de 46 Lux y te sitúas en la gama recomendada para un dormitorio con un ambiente íntimo. Si buscas un ambiente menos sobrio en esta estancia, simplemente tendrás que optar por bombillas que produzcan un mayor flujo luminoso, y por tanto más lúmenes, para aumentar la iluminación en consecuencia.
Empecemos de nuevo con el ejemplo de un salón de 25 m² equipado con bombillas LED de 1000 lm: 1000 lm/25 m² = 40 lux de iluminación.
Obviamente, esto no puede ser suficiente para iluminar toda la habitación.
¿Cómo calcular el número de puntos de luz necesarios para obtener una iluminación satisfactoria? Pues dividiendo la intensidad de luz recomendada en lux entre los lux de iluminación producidos por la fuente de luz. ¡Esto le brinda la cantidad de lámparas necesarias para iluminar adecuadamente su habitación!
150 lux recomendados / 40 lux producidos por tu bombilla LED = 3,75. Este es el número de puntos de luz a instalar según las recomendaciones de la tabla. Como necesitamos un número redondo, ¡digamos 4 en este caso específico!
Truco :
Para ser aún más específico, divida su sala de estar en diferentes zonas y determine la cantidad de Lux necesarios para crear el ambiente deseado en cada zona. De este modo podrá trabajar en cada espacio con mucha precisión.
¡Ya tienes todos los elementos para decidir tu instalación de iluminación en función de la estancia, la actividad y el ambiente deseado!